El Blog de María A. Sánchez

Entérate del modo de lograr seguridad y energía, cambiando tu mirada y tus hábitos.

ARTÍCULO «WOMENALIA» | ¿GUAPA O CON MARCA? Toma las riendas de tu Identidad Visual

Artículos, Marca Mujer, Marca Personal, Personal Branding LAB
maria-a-sanchez-lab-day El hábito de encajar las rodillas o adelantar la mandíbula; un tejido de textura blanda; una melena que deja la nariz en el ‘centro visual’ de las facciones, provocando un volumen desproporcionado al caer sobre las solapas de una chaqueta… o una piel con alto grado de pigmento amarillo, cerca de un tejido con tonos azules, cuya mezcla da ‘verde’. Son solo una muestra de los muchos errores en los códigos visuales de la apariencia, que pueden entorpecer nuestro mensaje hablado. Cambia el ‘foco’, mírate Repito sin cesar que cada una debe poner el ‘foco’ en su mensaje visual, que  la imagen de los demás, no importa. Pues, si la persona que miramos está formada en estas lides, es más que probable que nos engañemos… y si no tiene ni idea, también. ¿Para qué, entonces, mirar a la otra persona? Si te interesa… interactúa con ella!
El tiempo debemos invertirlo en la propia apariencia, porque es un gran soporte para sentirnos bien y transmitir, en las actividades profesionales, visualmente nuestra Marca Personal, unida al servicio o producto que representemos en cada momento. Hazte fotografías Ahora vayamos a la práctica, teniendo presente que nadie tiene la verdad absoluta. Así que no te creas nada: Entrena tu mirada y decide! Te animo a que te hagas fotografías, muchas, cuantas más mejor, hasta 200 y elige las mejores, con tu ‘uniforme de trabajo’ preferido (uno o varios).  Evita el vestuario que no te ayude a comunicar profesionalidad e intenta llevar la mínima carne ‘al aire’, pues baja jerarquía. Un ejemplo: los vestidos de tirantes o la manga corta, estupendo para el tiempo libre. Analiza tu apariencia de pies a cabeza Comenzaremos por las bases con un desacuerdo con Carolle Partington, para mÍ la maestra del estilismo en el vestuario. Ella suele decir: “si deseas conocer a las personas, mira su calzado”. Yo no veo útil invertir tiempo en mirar a los otros. Muy interesante, eso si, antes de comprar unos zapatos, mirarlos con intención comunicativa: Te representan? Ahora, a la parte práctica: 1. Calzado profesional: clásico, de calidad, cómodo. No lo utilices dos días seguidos, alternarlos multiplica su duración. Tacón más bien ancho y altura saludable: no mucho más de  3’5 cm., más la altura de la plataforma.  Este detalle, junto al poco saludable encaje de las rodillas, es el responsable de que se fuerce el balanceo de la pelvis, que provoca el encorvamiento de la espalda (que transmite fracaso:  la ley de la gravedad nos ha vencido) responsable, en gran medida, del desgaste de las cervicales, entre otros males. 2. Calcetines y medias color carne (las piernas siempre cubiertas. En verano también, claro). 3. Pantalón que ´honre’ el cuerpo, que lo envuelva suavemente. Hazte muchas fotografías, para comprobarlo, desde todos los ángulos. La falda, o vestido también, que ‘se deposite’ sobre tu cuerpo, tus caderas y apenas deje ver la rodilla. Es la mejor opción (si te sientes cómoda con la prenda) es el sumun de la feminidad, porque ellos no pueden llevarla en nuestra cultura. Saca el máximo potencial femenino. El pantalón nos acerca a ser una ‘copia’ del hombre. Nunca la copia superó al original. Lo que no quiere decir que, si te sientes cómoda, lo prefieras, como yo. 4. Torso: mejor top que camisa, pues un cuello de camisa, que se ha de llevar abierto, junto al cuello de la chaqueta es un desorden garantizado, porque uno de los picos de la camisa, suele ‘colarse’ y la asimetría es un desagradable ‘ruido visual’ para nuestra cultura. Y no es aconsejable llevar un cuello sobre otro, en plan ‘fiebre de sábado noche’. El contraste entre el color del vestuario de torso y piernas suele quedar mejor para las mujeres altas. De lo contrario es preferible monocolor o vestido. Para que no ‘corte’ visualmente la cintura, ya que, visualmente, el torso es conveniente que sea igual o más corto que las piernas. Camisa solo con chaquetas sin cuello. Importante que se ajuste a los hombros, ni estrechas (como ha sido moda), ni anchas, que haga la forma de la cintura. La podemos llevar sobre un top o camiseta, haciendo el efecto chaqueta, cuando no haga falta mucha jerarquía. 5. Cuello: Mejor protegido (esta afirmación merece un post aparte, como casi muchas otras sobre los códigos visuales de la apariencia:). Lo ideal: una gargantilla sólida, sin adornos que atraigan la atención. 6. Cabello: En el trabajo es desaconsejable la melena, porque atrae mucho la atención (es seguro que se toca) y quita protagonismo, lo ideal es el recogido tipo Grace Kelly, también llamado italiano. Cuida que el volumen que ocupan tus facciones no sea mucho mayor ni menor que el del peinado. Y muy importante: que haya la misma distancia de los ojos al contorno de la parte alta de la cabeza y de los mismos al de la barbilla. 7. Facciones: Cuestión aparte, por su relevancia, es todo lo relacionado con el gesto facial. Sirva un consejo generalizado: Sonríe! Y no solo con la boca, también con los ojos (squinch). Un maquillaje suave se considera la mejor opción, los ojos potenciados con líneas ascendentes suaves  (evitar máscaras de pestañas muy evidentes) y labios maquillados sin brillo (da la impresión de mojados con saliva = bésame) con un color evidente, su misión es  ‘enmarcar las palabras’, según Carolle Partington y lo comparto, si no ‘lo ves’, te aconsejo que entrenes tu mirada. Pendientes, muy convenientes llevarlos, potencian la feminidad, pero que no se muevan ni brillen, pegados a la oreja. 8. Colores: Gama cálida o fría según la melanina, pero… El mejor color de piel la dan unos hábitos saludables, la verticalidad en la postura y una respiración fluida y consciente.  Mientras nos decidimos por un análisis de piel, de la mano de profesionales que dominen la técnica, en el vestuario, si hay duda, menos es más, como siempre. Dos colores es lo ideal. Uno muy claro y otro más oscuro. Los grises o azules oscuros suelen ser los más profesionales, los colores ‘naturales’ (marrón, verde, etc.). En general son de ‘camuflaje’. Elegir el color va de la mano del nivel de jerarquía que se desee transmitir con la apariencia. Una máxima: la mejor imagen es aquella de la que te olvidas. Si dudas ante una pieza de ropa, no la elijas. Espero que te sirva. ¡Nos vemos en Barcelona, los días 17 y 18 de junio en el Personal Branding Lab Day!
ARTÍCULO ESCRITO PARA WOMENALIA.
Menú